Eucaristía y Camino Neocatecumenal (II)
Desiderio Parrilla Martínez
En la foto,Joseph Ratzinger, entonces profesor de teología, celebra la eucaristía según la práctica del Camino Neocatecumenal en Ratisbona (Regensburg), Alemania, 1976.
En 1974 Antonio Spandri y su mujer Bruna, que entonces tenían dos hijos, dejaron todo -también la empresa heredada- para convertirse en catequistas itinerantes responsables del Camino Neocatecumenal en Alemania. Toni y Bruna eran discípulos suyos desde Tubinga. En medio de una universidad dividida por las protestas, se acercaron al profesor Ratzinger y lo siguieron cuando éste se trasladó a Ratisbona. Allí, junto a Stefano Gennarini, transmitieron al profesor Ratzinger su experiencia del Camino. El propio profesor Ratzinger introdujo entonces el Camino en Munich escribiendo a dos párrocos amigos suyos.
Más recientemente, el 23 de enero, tres días después del Decreto de aprobación de las celebraciones del Directorio Catequético, el cardenal Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, celebró una eucaristía según el modo celebrativo del Camino Neocatecumenal, en el centro internacional “Siervo de Yahvé” en Porto san Giorgio, como conclusión al encuentro con los 1.200 catequistas e itinerantes, familias en misión y rectores de los seminarios Redemptoris Mater.
El 21 de enero, el propio cardenal Cañizares publicó en el periódico La Razón una nota glosando el evento. En esta nota se lee:
“La Palabra de Dios, la Eucaristía, el bautismo –recibido o por recibir–, y la comunidad cristiana están en el núcleo mismo de este itinerario de fe, que es acompañado por celebraciones no estrictamente litúrgicas en cada uno de sus pasos o etapas.
La Eucaristía dominical, anticipada habitualmente al sábado por la tarde en las comunidades neocatecumenales es como «el alma y la fuerza» de todo el Camino. La celebración, en el interior del itinerario propio de estas comunidades, de la Eucaristía se lleva a cabo de manera muy digna y bella, con gran sentido de fe, con espíritu eclesial, festivo y litúrgico, con hondo «sentido del misterio y de lo sagrado». La Palabra de Dios y la Eucaristía señalan la prioridad de Dios, la iniciativa de Dios y constituyen la base y la fuente que dan vida, aliento y fuerza a las comunidades, capacidad, vigor y libertad para dar testimonio y evangelizar.
Realmente hay que dar gracias a Dios por este don con que enriquece a la Iglesia, surgido en España, pero de tanto y tan fecundo influjo en el mundo entero”. [Las negritas son nuestras]
Otras declaraciones suyas en Radio Vaticano abundan en esta riqueza celebrativa del Camino Neocatecumenal, tanto en los ritos del Directorio como en la Eucaristía.
Ya en 1974 la Iglesia se había manifestado sobre este modo celebrativo de un modo laudatorio. Proponemos leer la intervención del arzobispo Annibale Bugnini, entonces secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, sobre las celebraciones del Camino Neocatecumenal. En las fotos mostramos cómo el cardenal Ratzinger y el Papa Juan Pablo II celebraron de acuerdo con la práctica del Camino.La breve nota Praeclarum exemplar apreciando las obras de las comunidades Neocatecumenales se encuentra en: Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Notitiae, n. 95-96, Junio-Agosto de 1974, pp. 229-230.
"Todas las reformas, en la Iglesia, han aportado nuevos principios y promovido nuevas normas, que han traducido a la práctica los intentos de la propia reforma. Así viene sucediendo desde el Concilio de Trento; no podía ser de otro modo en nuestros días. La renovación litúrgica incide profundamente en la vida de la Iglesia. Es necesario que la espiritualidad litúrgica haga germinar nuevas flores de santidad y de gracia, además de un apostolado cristiano más intenso y de acción espiritual. Un modelo excelente de esta renovación lo encontramos en las "Comunidades neo-catecumenales" que nacieron en Madrid, en 1962, por iniciativa de algunos jóvenes laicos, con el permiso, el aliento y la bendición de excelentísimo pastor madrileño, Casimiro Morcillo. Las comunidades tienen el objetivo de hacer visible en las parroquias el signo de la Iglesia Misionera, y se esfuerzan en abrir el camino a la evangelización de aquellos que han abandonado prácticamente la vida cristiana.
Con esta finalidad, los miembros de las "Comunidades" buscan vivir más intensamente la vida litúrgica cristiana comenzando por las nuevas catequesis y por la preparación "catecumenal", recorriendo así, en un camino espiritual, todas aquellas fases que, en la Iglesia primitiva, los catecúmenos recorrían antes de recibir el sacramento del Bautismo. Puesto que se trata no de aspirantes al bautismo, sino de bautizados, la catequesis es la misma, pero los ritos litúrgicos se adaptan al estado de los cristianos bautizados según las directrices ya dadas por la Congregación para el Culto Divino.
Las "Comunidades" en las parroquias se constituyen bajo la dirección del párroco. Sus miembros, una o dos veces a la semana, se reunen para escuchar la palabra de Dios, para tener charlas espirituales, para participar de la Eucaristía." [Traducción a cargo de David García-Ramos]
El papa Juan Pablo II celebró la Eucaristía con jóvenes del Camino Neocatecumenalque se preparaban para entrar en el seminario, en los Jardines Vaticanos, en julio de 1983.
El mismo Juan Pablo II ofició el 30 de diciembre de 1988 la misa de Porto san Giorgiodirigiendo una homilíaa las familias que iban a ser enviadas en misión. El evento ocurrió después de la notificación de la Congregación del Culto Divino (19 de diciembre de 1988), que permitía al Camino recibir la comunión bajo las dos especies, “siempre con pan ázimo”, y trasladar ad experimentum, el rito de la paz después de la oración universal.
El papa celebró también la eucaristía en Castel Gandolfo con 400 itinerantes, que llevaban adelante el Camino en 72 naciones, y 12 familias, con todos sus hijos, que partían en misión al norte de europa (diciembre 1986).
Monseñor Cordes celebró la Eucaristía en el primado de Pedro en Galilea con los itinerantes. Esta celebración se producía en el contexto de la carta "Ogniqualvolta" de reconocimiento del Camino Neocatecumenal, fechada el 30 de agosto de 1990. En dicha carta, el santo padre Juan Pablo II invita a los obispos que valoricen y ayuden esta obra para la nueva evangelización. En esta carta el Santo Padre dejó escrito:
"Es el anuncio del evangelio, el testimonio en pequeñas comunidades y la celebración eucarística en grupos (cfr. Notificazione sulle celebrazioni nei gruppi del "Camino neocatecumenale" en L'Observatore Romano, 24 de diciembre de 1988) lo que permite a sus miembros ponerse al servicio de la renovación de la Iglesia.
Después de más de veinte años de vida de las comunidades, difundidas en los cinco continentes:
- teniendo en cuenta la nueva vitalidad que anima a las parroquias, el impulso misionero y los frutos de conversión que brotan del testimonio de los itinerantes y, últimamente, de la obra de las familias que evangelizan en zonas descristianizadas de Europa y del mundo entero;
-considerando las vocaciones a la vida religiosa y al presbiterado de este Camino y el nacimiento de colegios diocesanos de formación al presbiterado para la nueva evangelización, como el Redemptoris Mater de Roma;
- habiendo visto la documentación por Vd. presentada:
acogiendo la petición que se me ha dirigido, reconozco el Camino neocatecumenal como un itinerario de formación católica, válida para la sociedad y para los tiempos de hoy.
Deseo vivamente, por tanto, que los hermanos en el episcopado valoricen y ayuden -junto con sus presbíteros- a esta obra para la nueva evangelización, para que se realice según las líneas propuestas por los iniciadores, en espíritu de servicio al Ordinario del lugar y en comunión con él, y en el contexto de la unidad de la Iglesia particular con la Iglesia universal".
Otras celebraciones importantes son las realizadas en el contexto de lasconvivencias de obispos en Nueva York, con los obispos de Europa en la Domus (2008), con los obispos de África (1994) en Roma, con los obispos de oriente medio (1996) en Roma, etc.
Igualmente importante es la Eucaristía celebrada en Porto san Giorgio el 12 de enero de 2009 por el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, con los equipos itinerantes de todo el mundo. En este sitio puede leerse la homilía y verse un vídeo, resumen de la ceremonia.
El cardenal Stanislav Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, celebró en ese mismo escenario la Eucaristía según el modo neocatecumenal en el año 2004, junto al envío de los itinerantes y la Mercabá. El 15 de junio de 2009 celebró otra eucaristía en Porto san Giorgo con ocasión de la aprobación definitiva de los estatutos.
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