De Málaga a cualquier parroquia del mundo
Un grupo de familias católicas malagueñas parten en misión evangelizadora tras asistir a una audiencia con el papa Francisco en Roma
José Vicente Rodríguez Davinia Rojas 11.02.2014 | 09:41
Seis familias católicas malagueñas han decidido dejarlo todo y partir en misión para anunciar el Evangelio. Unos viajarán a los países que normalmente se venían asociando a los lugares tradicionales de evangelización –caso de África o Centroamérica– pero otros, la mayoría, se quedarán en la misma Europa, para tratar de dar testimonio de su fe a través de su simple vida cotidiana. Forman parte del colectivo de 414 familias de todo el mundo pertenecientes el Camino Neocatecumenal que fueron recibidas en audiencia el pasado sábado 1 de febrero en Roma por el papa Francisco y enviadas por todos los países dentro de lo que la Iglesia ha denominado la «Nueva Evangelización».
Algunos de estos malagueños ya han partido a su lugar de destino, caso de Julio Barrero y María Gracia Cordero, enviados a Nicaragua, o de Francisco Saldaña y Sara Cruz, que se han ido a Suiza. Entre los que todavía están en Málaga, organizando los preparativos de su próxima partida, figuran Luis Merino y Miriam Rodríguez, de profesión maestros –ella funcionaria– y feligreses de la parroquia de la Purísima Concepción de María, en la zona de Eugenio Gross. Los dos tienen 34 años y marchan con sus cinco hijos a Dundalk (Irlanda).
Luis afirma que tomaron la decisión definitiva el pasado noviembre, cuando acudieron a un encuentro de familias celebrado en Italia. Añade que parten «sin ningún tipo de obligación», sólo con el deseo de vivir su fe en uno de los países que actualmente tienen «un mayor nivel de apostasía de Europa», en parte por los escándalos de abusos a menores que se dieron en algunos miembros del clero.
«Nuestra misión allí consistirá en hacer lo mismo que hacemos aquí, vivir nuestra fe en la sociedad, ayudar también a lo que la pastoral de la parroquia nos pida y ponernos al servicio de aquella diócesis», comenta. Aún no tienen claro cuándo partirán a Irlanda, si bien planean hacerlo en verano, para que sus hijos terminen este curso aquí en Málaga y empiecen el próximo ya allí.
Parecido es el caso de la familia Sánchez Bonilla. María del Carmen, de 42 años, y su marido Francisco, de 46, son de la parroquia malagueña de Santo Tomás de Aquino, situada junto al Hospital Civil, y prevén viajar próximamente junto a sus siete hijos a Glasglow (Escocia). Él es óptico y ella profesora de inglés.
«Sentí la llamada del Señor y me ofrecí a la Iglesia. Mi marido se ha quedado hace poco en paro y nada me retiene tampoco aquí», afirma María del Carmen, cuyos estudios le serán sin duda muy útiles para buscar trabajo, aunque en Glasgow se hable el peculiar dialecto escocés.
Reconocen, eso sí, que en el caso de sus hijos, todos ellos en edad escolar, el aprendizaje del idioma va a ser un impedimento. Por eso planean salir después de Semana Santa, para que éstos puedan repetir curso conociendo ya el temario. El menor tiene dos años y la mayor 16 ¿Cómo se han tomado la decisión de sus padres de partir como misioneros? Hay de todo. «La más grande su puso muy contenta; el segundo se mostró un poco reacio al principio, pero le hicimos ver que hemos recibido una palabra de la Iglesia y lo entendió», apunta.
Una vez en Glasgow pretenden mostrarse como una familia unida y numerosa en medio de una sociedad dominada por «parejas sin casar y sin hijos, y donde muchas familias han sido destruidas por el alcohol».
Ninguna de estas familias saben qué les deparará el día a día una vez que lleguen a sus nuevos hogares, pero cuentan con que Dios «no nos dejará colgados» una vez estén de misión. Su decisión es plena y firme y todos coinciden en citar un frase de la Biblia: «Dios proveerá».
Articulo recogido de la web http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2014/02/11/malaga-parroquia-mundo/652549.html?utm_source=rss
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