jueves, 14 de mayo de 2015

Familias en misión

http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/1107131055-familias-en-mision-respuesta


Bruno M.
Bruno M. es laico y ha sido bendecido por Dios con tres hijos y una esposa mucho mejor de lo que merece. A pesar de su escasa habilidad literaria, se empeña en ofrecer al mundo sus ocurrencias sobre todo y nada en este blog, siempre desde la fe católica y la razón. También colabora regularmente con Radio H.M. Para purgar sus pecados, forma parte del Consejo de Redacción de InfoCatólica.
Su correo electrónico es espadadoblefilo@hotmail.com .

Familias en misión, respuesta a algunas objeciones

En varias ocasiones, se han publicado en este blogrelatos de familias en misión del Camino Neocatecumenal. Se trataba de relatos impactantes, escritos por algún miembro de dichas familias, que habían dejado todo para anunciar el Evangelio en el país del mundo al que fuesen enviadas.
Además de los comentarios de ánimo, también hubo en alguna ocasión críticas a la misma práctica de enviar a estas familias. Como es lógico, un testimonio personal no era el ámbito adecuado para discutir teóricamente sobre esta práctica del Camino Neocatecumenal, así que prometí que ya discutiríamos sobre el tema en otra ocasión. Y esa ocasión ya ha llegado. Discutamos, pues.
Las críticas fundamentales eran, si mal no recuerdo, las siguientes:
1) La llamada de Dios siempre es personal, no comunitaria
2) No se pueden imponer a los hijos actividades supererogatorias
3) Es algo que no corresponde a laicos y equivale a imponer a los hijos un estado de vida similar al religioso
4) Es algo contrario a la práctica o a la Tradición de la Iglesia
Vayamos respondiendo una por una a estas objeciones:
Objeción 1: La llamada de Dios siempre es personal, no comunitaria
Esto es evidentemente erróneo. Se trata de un individualismo muy frecuente en nuestra época, pero que poco o nada tiene que ver con el cristianismo. La llamada de Dios, tal como la entiende la Iglesia, siempre es a la vez personal y comunitaria.
Una vocación al sacerdocio, por ejemplo, no es una especie de iluminación interior que determina necesariamente que esa persona va a ser sacerdote. Dios no actúa así. La propia opinión de haber recibido esa llamada es discernida por la Iglesia, en la figura del obispo de esa diócesis. Del mismo modo, el sacerdote no se ordena en el vacío, como una mera misión individual, sino siempre incardinado en una diócesis u otra estructura comunitaria de la Iglesia. La dimensión comunitaria se hace más evidente aún en el matrimonio, porque es una vocación que afecta necesariamente a dos personas.
En general, Dios no nos ha llamado como a personas aisladas. No existen los cristianos francotiradores, que buscan la salvación aisladamente. Dios nos llama a formar parte de un pueblo, una sociedad perfecta, una comunidad que es la Iglesia. Nuestro Dios es comunidad de personas y nos llama también dentro de esa imagen de la Trinidad que es la Iglesia. Nuestra llamada está inextricablemente unida a las llamadas que hace al resto de los miembros de la Iglesia, ya que, por la comunión de los santos, la vida cristiana de cada uno afecta siempre a los demás.
Además, para comprender el carácter comunitario de la vocación, basta acudir al prototipo bíblico de vocación: Abraham. Precisamente por ese prejuicio individualista de nuestra época, estamos acostumbrados a imaginarnos únicamente a Abraham saliendo de su tierra él solito, cuando Dios le manda ir a la tierra que él le mostrará. Como mucho, alguno se acuerda de su mujer Sara. En realidad, con Abraham iba toda su tribu, compuesta por muchas personas: parientes más o menos lejanos, criados, esclavos, colaboradores… Todos ellos dejaron su tierra por la llamada que Dios había hecho a su patriarca, al padre de aquella familia en sentido amplio. Curiosamente, lo mismo que sucede con las familias en misión.
Objeción 2: No se pueden imponer a los hijos actividades supererogatorias
Como es un vocabulario poco habitual, explicaré que las actividades supererogatorias son aquellas que no son necesarias. Por ejemplo, ir a Misa los domingos y fiestas de guardar es algo obligatorio para cualquier católico en virtud de los mandamientos de la Iglesia. En cambio, ir a Misa un día no festivo es una obra supererogatoria, algo bueno pero no obligatorio.
Una vez explicado eso, hay que señalar que decir que no se pueden imponer a los hijos actividades supererogatorias, en principio, parece una afirmación hecha por alguien que no ha tenido hijos. Los padres no mandan a sus hijos únicamente lo absolutamente necesario, como si la autoridad paterna fuera un mero establecimiento de límites que no se pueden traspasar. Los padres mandan a los hijos, mientras están sujetos a ellos, lo que consideran bueno y oportuno. No es una cuestión de mínimos, sino de lo óptimo, que suele ir mucho más allá de lo meramente obligatorio.
Pondré un ejemplo intrascendente y no religioso. ¿Es necesario que un niño acuda a clases de inglés después del colegio? No. Puede ser bueno, pero en ningún caso es necesario ni obligatorio en sí mismo, como la escolaridad obligatoria o las vacunas correspondientes. Sin embargo, si el padre decide que el niño debe asistir a esa clase de inglés, el niño asistirá quiera o no quiera, y a nadie se le ocurrirá criticar a ese padre por imponer actividades supererogatorias al niño. Lo mismo sucede con la vida cristiana. Los padres enseñan y mandan a los hijos lo que consideran bueno para ellos, ya sea rezar antes de acostarse, recitar el rosario, ir a un campamento cristiano o acudir a catequesis los domingos, todo ello actividades que no son estrictamente necesarias. Es decir, la autoridad de los padres no es una simple misión de garantía de los mínimos para la convivencia, sino una labor de guía de los hijos, hacia su plenitud como personas, hacia el bien y, sobre todo, hacia Dios.
Objeción 3: Es una opción de “radicalidad evangélica” que no corresponde a laicos y equivale a imponer a los hijos un estado de vida similar al religioso
Empezaremos explicando que las familias en misión no tienen nada que ver con la entrada en una orden religiosa, que es algo que por su propia naturaleza tiende a ser una opción permanente, de consagración definitiva y, por lo tanto, exige un consentimiento personal. Las familias en misión están un tiempo en misión, dependiendo del lugar, sus características, etc. A menudo se vuelven cuando los hijos tienen que ir a la universidad, si no pueden estudiar allí o pueden volverse por causa de enfermedad, complicaciones insalvables, etc. En cualquier caso, cuando los chicos dejan de depender de sus padres, hacen su vida como cualquier otro joven. Por otra parte, si los chicos son mayores y en edad de decidir, con quince o dieciséis años, cuando la familia se ofrece para marchar de misión, no se permite a los padres marcharse sin que esos hijos estén de acuerdo. Las familias en misión tampoco hacen los votos de pobreza, castidad y obediencia propios de la vida religiosa, sino que simplemente afrontan la precariedad propia de dejar el propio país y tener que buscar un trabajo y obedecen a sus catequistas en aquello que tiene que ver con la misión, como sucede con otras obras apostólicas.
El resto de esta objeción es muy triste, porque supone una muestra de lo bajo que tenemos puesto el listón para los laicos. El mandato de ir al mundo entero a predicar el Evangelio, hasta donde yo sé, no es algo exclusivo de los sacerdotes o religiosos. No creo que sea apropiado hablar de “radicalidad evangélica” como si eso fuera algo exclusivo de los religiosos. La radicalidad evangélica es la santidad y eso debe ser propio de todos los cristianos. Aunque suponga un peligro para la vida. Que se lo digan a la madre que tiene siete hijos sabiendo que así acorta su vida. Que se lo digan a los jueces o políticos que dicen la verdad con el peligro de que un terrorista les ponga una bomba. A fin de cuentas, estamos llamados a dar la vida, en Camerún, en Nicaragua o aquí.
Lo que no tiene sentido es que nos parezca bien que un diplomático o un empresario se lleven a su mujer y a sus hijos a donde vayan por trabajo, cambiándoles la vida, alejándolos de sus amigos, y, según los sitios, con posible peligro para la vida o la salud… y nos parezca mal que lo haga un matrimonio en misión. Porque la diferencia es el dinero. ¿Van a tener menos comodidades, etc.? Las que tienen sus hermanos cristianos de Camerún, de Japón o de Kazajstán. Y no pasa nada. No es algo extraño. La vida cristiana supone siempre dar la vida. En la Iglesia, hay innumerables familias numerosas que pasan estrecheces por su apertura a la vida, con menos dinero, yendo a un colegio más barato o gratuito, pasando las vacaciones en casa porque no se pueden ir a otro sitio, etc. Y tampoco pasa nada. Hay multitud de familias de laicos en lugares peligrosos como Irak, Siria, etc. a quienes sus obispos les aconsejan que se queden allí, para hacer la voluntad de Dios, aunque eso suponga un cierto peligro para sus familias. Y, de nuevo, no pasa nada.

No podemos olvidar, por otra parte, el beneficio para la fe de los hijos que suponen estas cosas. Porque así aprenden, sin que les quede duda, que lo verdaderamente importante en la vida es Dios y que lo demás no merece la pena a su lado. Algo que no tengo yo claro que mis hijos aprendan de mí. Eso es un beneficio que está muy por encima de cualquier criterio meramente material. De hecho, es un deber fundamental nuestro, como padres, enseñárselo, mucho antes que cosas buenas pero menos importantes como darles una buena carrera, el mejor seguro sanitario del país o una casa estupenda. Y hay muchos ejemplos de la Historia de la Iglesia que indican lo mismo. Creo que fue Santa Brígida de Suecia la que llevaba a su hija a cuidar de los pobres enfermos y, ante los que se escandalizaban por el peligro de contagio, dijo que así le estaba enseñando a su hija que la vida pertenece a Dios.
Todo esto que he dicho, por supuesto, no excluye sino que supone siempre tener en cuenta los habituales criterios de prudencia que hay que tener siempre en la vida a la hora de tomar decisiones, especialmente las que afectan a los hijos. En casos específicos, como sucede con cualquier otra cosa, pueden darse faltas de prudencia de personas concretas que en nada constituyen una objeción para la práctica de enviar familias en misión, del mismo modo que una falta de prudencia de un sacerdote no es una objeción contra el sacerdocio o la vida parroquial.
Objeción 4: Es algo contrario a la práctica o a la Tradición de la Iglesia
Ya hemos hablado antes de que, lejos de ser contrario a la Tradición, es algo presente desde Abraham, nuestro padre en la fe y prototipo de la llamada de Dios. Por otra parte, esta objeción es, en realidad, un prejuicio eurocéntrico, porque, en la Iglesia Católica en Oriente, existen los sacerdotes casados. Y, en muchas ocasiones, sus familias lo pasan materialmente peor por razón de la vocación del padre. Lo mismo podríamos decir de los pastores anglicanos conversos ordenados como sacerdotes católicos en virtud de Anglicanorum Coetibus de Benedicto XVI o de la provisión pastoral de Juan Pablo II. Han abandonado el sueldo que tenían en la Comunión Anglicana, su casa, sus amigos y en ocasiones hasta su país para hacer la voluntad de Dios.
Por otra parte, el único pronunciamiento de la Iglesia sobre este tema se ha dado, que yo sepa, cuando la propia Iglesia ha realizado los envíos de estas familias. Porque no son enviadas por el Camino Neocatecumenal, sino por sus parroquias, los obispos de sus diócesis o por el propio Papa. Además, son enviadas a diócesis cuyos obispos lo han pedido expresamente. Es decir, siempre dentro de la vida diocesana de la Iglesia.
No tengo acceso a los discursos de los obispos que han enviado familias en misión, pero sí puedo citar algunas de las cosas que han dicho los dos últimos papas al enviar personalmente a varios cientos de familias en misión. Por cierto, en esas palabras se mencionan prácticamente todos los temas de los que he hablado en los párrafos anteriores.
- “La Iglesia, sobre todo en el Vaticano II, ha reconocido su carácter de familia y el su carácter misionero. Es una gran familia en misión […] Pero cuando vemos el misterio principal constituido por la Trinidad en misión, podemos ver una familia también en misión”
- “Vemos que también la Familia de Nazaret es una familia itinerante. Y lo ha padecido, ya desde los primeros días de vida del Divino Niño, del Verbo Encarnado. Ella tuvo que convertirse en familia itinerante, sí, itinerante y también refugiada. […] para vosotros ella es sobre todo una Familia itinerante porque va por todas partes: va a Egipto, vuelve a Nazaret, va Jerusalén con Jesús a la edad de doce años, siempre va como itinerante para llevar un testimonio de la misión de la familia, de la divina misión de una familia humana. Yo pienso que vosotros como familias itinerantes, neocatecumenales, hacéis lo mismo, siendo la finalidad de vuestra itinerancia llevar a cualquier parte, en los ámbitos más descristianizados el testimonio de la misión de la familia”.
- “Y así, llevando como itinerantes el testimonio que es propio de la familia, de la familia en misión, vosotros lleváis a cualquier parte el testimonio de la Trinidad Santa en misión. Y así hacéis crecer la Iglesia porque la Iglesia crece de estos dos misterios”.
- “Queridas familias, la fe que habéis recibido en don, sea esta luz encima del candelero, capaz de indicar a los hombres el camino hacia el Cielo”
- “Vosotros habéis pedido que este envío lo realizara el sucesor de Pedro, como ya sucedió con mi venerado predecesor Juan Pablo II, el 12 de diciembre de 1994, porquevuestra acción apostólica tiende a integrarse en el corazón de la Iglesia, en plena sintonía con sus directrices y en comunión con las Iglesias particulares en las que iréis a trabajar, valorando plenamente la riqueza de los carismas que el Señor ha suscitado a través de los iniciadores del Camino”.
- “Queridas familias, el crucifijo que recibiréis será vuestro inseparable compañero de camino, mientras proclamáis con vuestra acción misionera que solamente en Jesucristo, muerto y resucitado, hay salvación. De Él seréis testigos mansos y gozosos,recorriendo con sencillez y pobreza los caminos de todos los continentes, sostenidos por la incesante oración, atentos a la palabra de Dios y alimentados por la participación en la vida litúrgica de la Iglesias particulares a las que seréis enviados”.
- “son familias que parten sin grandes apoyos humanos, pero que cuentan, antes que nada, con el apoyo de la Providencia divina. Queridas familias, podéis testimoniar con vuestra historia que el Señor no abandona a quienes confían en Él. Seguid difundiendo el Evangelio de la vida. Allí donde os lleve vuestra misión dejaos iluminar por las consoladoras palabras de Jesús: «Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura» y sigue diciendo: «Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal» (Mateo 6, 33-34). En un mundo que busca la certeza humana y la seguridad, mostrad que Cristo es la roca segura sobre la cual se ha de construir el edificio de la propia existencia, y que la confianza puesta en Él nunca defrauda.”
- “Que la Sagrada Familia de Nazaret os proteja y sea vuestro modelo”
Ciertamente, estas palabras del Papa no son (ni tendría sentido que fueran) una definición dogmática o magisterial con la que todo el mundo deba estar de acuerdo. Tampoco son una garantía absoluta de que enviar familias en misión sea una buenísima idea o de que vaya a continuar haciéndose siempre en el futuro. Son lo que deben ser: la bendición de la Iglesia para estos hijos suyos que parten al mundo entero a proclamar el Evangelio y el apoyo del Papa a algo que, en virtud de su ministerio, discierne como algo bueno y evangélico.
Estas palabras, unidas a todo lo que he dicho en los párrafos anteriores, son para mí criterio suficiente para considerar que el envío de familias en misión es algo oportuno y agradable Dios. Pero admito sin problemas que otros puedan tener opiniones diferentes.

sábado, 9 de mayo de 2015

Encuentro en Cordoba

http://www.diocesisdecordoba.com/noticias/kiko-arguello-mantiene-un-encuentro-con-los-fieles-de-la-diocesis-de-cordoba-en-la-s-i-c/

Kiko Argüello mantiene un encuentro con los fieles de la Diócesis de Córdoba en la S.I.C

• 6 abril, 2011 •

Cerca de 3.000 personas asistieron a la celebración que estuvo presidida por Mons. Demetrio Fernández.

El iniciador del Camino Neocatecumenal anunció que 200.000 jóvenes de este movimiento asistirán a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid.

Kiko Argüello ha visitado hoy, día 6 de abril, la Diócesis de Córdoba. Por la mañana, ha mantenido un encuentro con los sacerdotes diocesanos y religiosos en el Catecumenium de San Antonio de Padua. Posteriormente, ha ido al Seminario Misionero Redemptoris Mater de Córdoba donde ha visitado las instalaciones que han sido remodeladas recientemente y ha tenido la oportunidad de hablar personalmente con cada uno de los seminaristas. Finalmente, se ha reunido por la tarde, con todas las comunidades neocatecumenales de Córdoba y Jaén además de todos aquellos fieles que han querido asistir.

Kiko Argüello, acompañado de Carmen Hernández y el padre Mario Pezzi han sido hoy acogidos gratamente en la Diócesis de Córdoba. A las 11 de la mañana se reunió con los sacerdotes a los que les ha expliado en qué consiste el Camino Neocatecumenal a través de un diálogo de preguntas y respuestas en el que los sacerdotes le han expuesto sus inquietudes como por ejemplo: cómo conciliar las comunidades con la vida ordinaria y la pastoral de la parroquia en los pueblos, o cómo se elegirán a sus sucesores, entre otras. Por su parte, Kiko les ha anunciado el Kerigma, “la Buena Noticia de que Cristo ha muerto y ha resucitado por nuestros pecados”·y en ésto tienen que ser mediadores los sacerdotes para impulsar la Nueva Evangelización.

De otro lado, los seminaristas que han acogido entre cantos a los fundadores, se han presentado cada uno individualmente y han comido con ellos en su casa.

En el encuentro en la Catedral han estado presentes las comunidades de las parroquias de Nstra. Sra. del Carmen, S. Antonio de Padua, La Sagrada Familia y S. Francisco de Córdoba capital; en el norte de la provincia: las comunidades de S. Isidro Labrador, S. Sebastián de Pozo Blanco, Cristo Rey de Villanueva de Córdoba, S. Juan Bautista y S. Sebastián de Hinojosa del Duque, Sta. Bárbara de Peñarroya Pueblo-Nuevo, Nstra. Sra. de la Asunción de Dos Torres y El Salvador de Pedroche, y por último; las comunidades del sur de la provincia, Nstra. Sra. del Carmen y Ntra. Sra. de la Purificación de Puente Genil, y S. Mateo de Lucena. Además, también han estado presentes otras parroquias de Jaén.

Kiko ha iniciado con unas palabras el acto, en el que ha hablado del Anuncio del Evangelio para lo que están llamados todos los cristianos y en concreto, las familias que parten de misión ad gentes a cualquier lugar del mundo. Asimismo, ha hablado de que las familias cristianas tienen que ser icono de la Sagrada Familia de Nazaret.
De otro lado, ha invitado a la conversión en este tiempo de Cuaresma y a abrir el oído para que “el Espíritu Santo pueda obrar en cada uno de nosotros”. Tras una invocación se ha proclamado el Evangelio y también el Sr. Obispo ha tenido unas palabras de ánimo a los miembros del Camino Neocatecumenal: “vosotros sois un gran ejército de amor que producirá mucho fruto en la Iglesia”.

Para finalizar el acto Kiko ha hecho una oración para que Dios suscitara vocaciones y de este modo, 9 chicos se han levantado al ministerio sacerdotal, unas 20 chicas han sentido la llamada a irse a un convento de clausura y decenas de familias con sus hijos han respondido sí para salir a la misión ad gentes.

 
Historia del Camino Neocatecumenal2
 










 

Homilía del Sr. Obispo

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Encuentro de Kiko Argüello con los Sacerdotes

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Encuentro de Kiko Argüello en la Catedral

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Sacerdote con enfermedad terminal envía palabras de aliento a madre con cáncer

Sacerdote con enfermedad terminal envía palabras de aliento a madre con cáncer
Por Eduardo Berdejo

P. Salvatore Mellone / Foto: TV2000 (Captura de video)
P. Salvatore Mellone / Foto: TV2000 (Captura de video)

ROMA, 06 May. 15 / 08:14 pm (ACI).- Bárbara es una mamá de tres niños que está luchando contra un tumor, sin embargo, no está sola; una amiga suya le escribió al director del diario italiano Avvenire una carta para que pidiera al P. Salvatore Mellone una bendición para la madre, conmovida por la historia del sacerdote que sufre de cáncer terminal.

“Me gustaría que una de las bendiciones (del P. Mellone), fuese impartida a una amiga enferma de tumor, mamá de tres niños, que está luchando contra este mal. Se llama Bárbara y su fuerza viene de la constante oración que tantas personas elevan por ella a Dios. Les agradezco de corazón por todo lo que llegaran a hacer”, expresó la amiga de nombre Sonia.

Marco Tarquinio, director del diario italiano, buscó entre sus colaboradores a alguien que hiciera llegar la carta al P. Salvatore, quien transmitió su cercanía a Bárbara a través de una carta a Sonia.

“Recibí y leí tu preciosa carta través de una amiga de Andria, colaboradora de ‘Avvenire’, que vino a la celebración eucarística del jueves 23 de abril con otros miembros de la redacción de la revista diocesana ‘En Comunión’. Estoy conmovido por tanto afecto y por todos los pedidos que me hacen llegar de todas partes”, dijo el sacerdote.

“No solo imparto mi bendición para Bárbara, sino que te prometo recordarla en la oración diaria y en todas las Santas Misas de la tarde que celebraré en mi casa mientras Dios nuestro Padre me lo conceda. Te acompaño con una sonrisa, don de Dios, que es mi gracia y gozo pleno en Cristo, Pan de Vida”, expresó.

El P. Mellone sufre de cáncer al esófago y fue ordenado el 16 de abril en su vivienda gracias a una autorización de la Congregación para el Clero, luego de haber evaluado su caso. Su deseo era poder ser celebrar Misa antes de morir. Esta historia llegó a oídos del Papa Francisco, quien dos días antes lo llamó por teléfono para expresarle su cercanía y pedirle que su primera bendición fuese impartida al Pontífice.

El día de su ordenación, el P. Salvatore agradeció a los médicos y enfermeros que lo atienden “por su corazón de samaritanos”, y a los enfermos y sufrientes. “Fueron mis evangelizadores y lo serán todavía”, afirmó.

Un hombre de Dios

Por su parte, Marco Tarquinio destacó la valentía y gentileza del sacerdote de 38 años, “un hombre de Dios que conmueve y edifica a quienes conocen su historia humana y de fe”.

En ese sentido, destacó el pedido de una bendición para Bárbara, sobre todo en un tiempo “que propone muchos modos duros para maldecir e imprecar”.

“Comprendo bien que las bendiciones provenientes de labios y manos de un joven sacerdote que repite en su propia carne la fatiga del Calvario son sentidas como especialmente preciosas”.

“Consideremos, entonces, la bendición para Bárbara como un don que nos concierne a todos. Devolvámosla con una oración por el P. Salvatore y por todos los que está rezando. Extendamos como sepamos y podamos esta red que bendice y agradezcamos al Señor por hacerlo encontrar aunque sea lejos. Por habernos regalado un pastor como él, que nos ayuda a entender que el sentido de la vida es la respuesta personal al Amor que sepamos dar, para nosotros y para los otros”, expresó.

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jueves, 7 de mayo de 2015

Vida y Misión de Félix Villegas, un Santo de nuestros tiempos


http://www.camineo.info/news/153/ARTICLE/23080/2012-10-06.html

Jovel Álvarez Solís / LA NUEVA VOZ LATINA
Sat, 06 Oct 2012 12:23:00

Félix Villegas Sanz.  El hombre cuyo nombre usted acaba de leer nació en España, y murió en la misma tierra que lo vio nacer el 27 de septiembre de 2007, hace 5 años exactamente.

Pese a ser español pasó una buena parte de su vida en Costa Rica, cumpliendo con la misión que amaba, la evangelización.

El padre Félix fue catequista en Costa Rica del Camino Neocatecumenal, un carisma de la Iglesia Católica nacido hace más de 40 años en Madrid, España; estuvo en una de las primeras comunidades evangelizadas por los iniciadores del Camino

De la comunidad del padre Félix salieron 12 sacerdotes, de 13 muchachos.

Su encuentro con Jesucristo lo llevaría, incluso antes de ver iluminada su vocación al sacerdocio, a la misión itinerante en lugares como Valencia, Barcelona, el País Vasco, entre otras zonas españolas.

Para 1972, tan solo dos años después de haber iniciado en el Camino había empezado esta etapa de itinerancia.

¿En que consiste la itinerancia?

Consiste en salir a evangelizar sin tener un lugar fijo donde vivir, dependiendo de los hermanos del lugar al que se sea enviado, viviendo de la providencia de Dios.

En 1980 pisaba por vez primera suelo costarricense, venía como el joven del primer equipo itinerante, que se encargaría de dar inicio al Camino Neocatecumenal en este país, acompañando al padre Emiliano Jiménez, en ese momento responsable del equipo y a los demás enviados a Costa Rica. En esta primera ocasión duró menos de un año trabajando en este país.

Regresó a España para 1981 a continuar con su misión, junto al padre Antonio González, que era el responsable de su equipo en su patria.

El accidente de Barajas.

El 7 de diciembre de 1983 se dirigían a una peregrinación a la Virgen de Loreto, en Italia, este día sucedería la catástrofe que marcaría su vida, y que asombraría, años después a quienes la escucharan de su boca.

El avión de Iberia en el que viajaba colisionó con otro vuelo, ambos aviones explotaron. Como bien cita el periódico "El Mundo" de España:

"El olor a carne quemada, ya ha desaparecido, pero el recuerdo de la tragedia quedó grabado en los sobrevivientes", entre ellos el padre Félix.

Esa mañana, a las 8:30 la niebla era protagonista sobre el aeropuerto de Barajas, en Madrid, el vuelo 727 de Iberia con destino a Roma se preparaba para el vuelo. El joven seminarista Félix y el sacerdote Moreno León, comentaban su suerte al haber conseguido el pasaje para el vuelo, solo les fue posible conseguir 4, el resto del grupo de 146 personas viajaría al día siguiente, ellos pensaban en lo que les esperaba en Italia.

El avión DC-9 de Aviaco, con un comandante confundido por la niebla, se desvió de su pista y entró en la de despegue. El avión de Iberia había recibido la autorización de despegue, y se ponía en V1, a 200 kilómetros por hora, se elevaba unos pocos metros del suelo cuando colisionó con el DC-9 de Aviaco. Para este momento eran las 8:39 de la mañana.

El padre Moreno relata en el año 1998, 15 años después de la tragedia, a el periódico "El Mundo" de España, que la azafata estaba dando las indicaciones de seguridad del vuelo, y cuando sucedió el accidente, salió volando contra una de las paredes.

"El choque fue tremendo. Recuerdo que tras la colisión nuestro avión siguió su trayectoria, pero sin el tren de aterrizaje. El fuselaje se abrió y vimos el exterior. Estábamos muy cerca del suelo. La gente gritaba. Salían chispas de todos lados que prendían en los charcos de queroseno que iba soltando el aparato. Fueron unos instantes angustiosos. Toda mi vida pasó delante de mí. Pensé que era el fin", relata el padre Moreno.

El Sacerdote Moreno León estaba atrapado y herido en sus manos por el fuego, fue Félix quien lo liberó del sillón, y ambos salieron del avión que estaba a punto de explotar.

93 personas murieron ese día, incluido el padre Antonio González, que estaba junto a ellos. La impresión de ver a su amigo morir a su lado cambió completamente la personalidad del joven seminarista, según dicen sus allegados. Años después era asignado a Puerto Rico, sin embargo, un cambio de última hora lo enviaría a Costa Rica, en 1988 año en el que se ordena como sacerdote, termina el Camino, para asumir como responsable del equipo nacional.

En 1990 el equipo de Catequistas estaba formado por Rafael Miñana, Maricarmen Domenech y él. Un año después llegaba Rufino Domínguez. Hoy en día de este equipo quedan Maricarmen y Rufino, ella es la responsable de las comunidades de este país.

En el año 1993 tuvo un sueño que hoy se ve convertido en realidad, llamado "Casa Siloé", un lugar para las comunidades del Camino, ubicado en las montañas de la provincia de Heredia, en Costa Rica. Él impulsó el proyecto para que se pudiera ver lo que hoy hay, una casa al servicio de la Iglesia Católica, en este especial carisma del Camino Neocatecumenal.

En 2005 impulsa de igual manera la llegada del seminario Redemptoris Mater

En una de sus catequesis dijo: "¿A quien le debería venir un cáncer, a un pagano o a un cristiano? El cristiano lo usaría para ver la gloria de El Señor en su vida".

Dicho esto en 2002 le era diagnosticado el cáncer que le daría muerte.

El padre Félix fue, según muchos de sus hijos en la fe, lo que describen como un hombre Santo.

Él decía que deseaba haber logrado amar a Dios antes de morir, aunque fuera un poco. Estas palabras quedarían marcadas en las mentes y corazones de sus hijos en la fe.

Los días previos a su muerte pensó en ir al Encuentro del Padre y una noche respondió: "¿Eres Tú Señor? ¡Llévame contigo! "

El 27 de septiembre de 2007 pasaba al Reino de los Cielos, al lado del Padre, a quien en vida dio todo y amó hasta el último momento.

Que en paz descanse.

miércoles, 6 de mayo de 2015

. El Papa no quiere partido político catolico

http://www.elcorreo.com/bizkaia/politica/201505/06/papa-quiere-partido-catolico-20150505202634.html

El Papa no quiere un 'partido católico'
Colectivos católicos se manifiestan contra Zapatero (2005) y Rajoy (2014).Colectivos católicos se manifiestan contra Zapatero (2005) y Rajoy (2014). / EFE

    Sí defiende que los cristianos deben involucrarse en política aunque "se ensucien un poco"

    Pedro Ontoso
    arca de noé

6 mayo 201500:15

El Papa Francisco se ha mostrado contrario a la creación de un partido que lleve el sello de 'católico', si bien ha defendido que los fieles se metan en política. El Pontífice fijó esa posición, de una manera improvisada y dejando a un lado el discurso oficial, en el transcurso de un encuentro en Roma con jóvenes de la Comunidad de Vida Cristiana y de la Liga Misionera de Estudiantes, grupos de espiritualidad ignaciana. En España, el debate sobre la creación de un partido católico lo zanjó el cardenal Tarancón tras la muerte de Franco, lo que le valió una reprimenda de Juan Pablo II.

El Aula Pablo VI, un Papa que dignificó el ejercicio de la política al servicio del bien común, fue el escenario del diálogo de Francisco con los jóvenes, que le plantearon cómo tendría que ser el compromiso de los cristianos en la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Jorge Mario Bergoglio no lo dudó ni un segundo: sí hay que mojarse, pero sin siglas. "Se escucha ¡Nosotros debemos fundar un partido político! Ese no es el camino. La Iglesia es la comunidad de cristianos que adora al padre, va en la senda del hijo y recibe el don del Espíritu Santo. No es un partido político. No, no decimos partido, sino ... un partido sólo de católicos: no sirve y no tendrá capacidad de convocatoria, porque hará aquello para lo que no ha sido llamado", contestó.

Y abundó más: "Pero ¿un católico puede hacer política? ¡Debe!. Pero, ¿un católico debe involucrarse en política? ¡Debe!" El Papa se preguntó y se respondió a sí mismo, antes de bajar a la realidad de la política, anticipándose a nuevos interrogantes. "Pero hacer política no es fácil, porque en este mundo corrupto... finalmente no puedes salir adelante", prosiguió en un autodiálogo. "¿Que me quieres decir, que hacer política es un poco martirio?. Sí, es una forma de martirio". Francisco insistió en que trabajar en la política es un "martirio cotidiano, porque busca el bien común sin dejarse corromper", pero, aún así, defendió el ejercicio de la cosa pública tanto en la pequeña como en la gran política.

El Papa justificó que es difícil hacer el bien en la sociedad "sin ensuciarse un poco las manos y el corazón". Y reconoció que en la Iglesia también existe corrupción porque "el diablo la siembra, como también se da en la política y en otros campos y en otros trabajos que deberían ser servicio y terminan convirtiéndose en negocio. Pero no hay que dejar que nos roben la esperanza". Cerró su intervención con un llamamiento claro: "Yo, católico, ¿miro desde el balcón?. ¿No se puede mirar desde el balcón? ¡Involúcrate ahí!", inquirió.

La democracia cristiana italiana

El rechazo del Papa a un partido de cuño católico tiene una lectura inmediata en la propia Italia donde existe una larga tradición de partidos democristianos, aunque con distintas particularidades, y de líderes católicos. La democracia cristiana siempre había sido el partido de los católicos, aunque ahora no es así. Además, en su seno también había mucho corrupto, lo cual ensuciaba la labor que en otros ambientes realizaba la Iglesia.

Cuando en noviembre de 2011 Mario Monti se hizo cargo de un Gobierno de emergencia nacional en Italia, muchos analistas destacaron el sello católico de aquel Ejecutivo con figuras como Andrea Ricardi, responsable de la Comunidad San Egidio, o Lorenzo Omaghi, rector entonces de la Universidad Católica del Sacro Cuore, y miembro del Consejo de Administración del 'Avvenire', el periódico de los obispos. El propio Tarcisio Bertone, entonces poderoso secretario de Estado del Vaticano, saludó el Gabinete con un sonoro "¡Que bella squadra!"
En España, el cardenal Tarancón zanjó el debate sobre la creación de un partido con sello católico tras la muerte de Franco

En España fue el cardenal Tarancón quien frenó la idea de crear un partido confesional en aquellos tiempos de peso e influencia de la Asociación Católica de Propagandistas. El Papa lo acaba de rechazar ahora en el Aula Pablo VI, el Pontífice que nombró cardenal a Tarancón en abril de 1969 para pilotar el desenganche de la Iglesia del régimen franquista. El analista Enric Juliana contó en una columna que cuando el jefe de la Iglesia española viajó a Roma, en mayo de 1982, para presentar la preceptiva renuncia al cumplir los 75 años, Juan Pablo II le reprochó aquella misión. "Usted será el responsable de que el catolicismo retroceda en España", le espetó.

El modelo polaco

Las relaciones entre el Papa y Tarancón no eran las mejores. Al Pontífice no le había gustado que se aprobara una Constitución laica en 1978 y así se lo hizo saber pronto al cardenal. Le responsabilizaba de haber dilapidado la herencia de la tradición católica española, una 'línea Maginot' frente al comunismo. A Karol Wojtyla le gustaba el modelo polaco, incluido el confesionalismo sindical. Patrocinó al sindicato Solidaridad, liderado por Lech Walesa, contra la dictadura comunista del general Jaruzelski, que gobernaba en la órbita de la Unión Soviética.

Hace bien poco, los sectores más intregristas del catolicismo español, nostálgicos de otros tiempos, intentaron reabrir el debate de constituir un partido católico con la llegada del PSOE a La Moncloa, al que se acusaba de un laicismo agresivo. Pero la iniciativa no tuvo recorrido. Los movimientos católicos conservadores han salido a la calle para manifestarse, primero contra el PSOE, pero ahora también contra el PP, al considerar que han legislado contra la familia o en detrimento de la educación. El presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, no está en la línea de salir tras la pancarta. Tampoco el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, que ha dado carpetazo a las concentraciones de Colón, para disgusto de Kiko Arguello, líder del Camino Neocatecumenal.

Sí que hay cristianos en los partidos políticos: los hay en el PP, en el PSOE –organizados como Cristianos Socialistas–, en IU, en Podemos, en CiU, en el PNV o en la izquierda abertzale. Pero tampoco eso significa que todos trabajen por el bien común. Hay ovejas negras que han trabajado para sus propios intereses y se han enriquecido de manera ilícita. Una cosa es bajar al barro para batirse el cobre por un país mejor y más igualitario y otra muy distinta ensuciarse con una corrupción que apesta